martes, 4 de febrero de 2014

El demonio me abrazó
Cobijándose como un padre
Y sin darme cuenta
Me arrastró hacia el infierno.

Fui descendiendo en el abismo
Sin poder mirar atrás
El eco de mis pasos es el único sonido
Que puedo escuchar...

He de admitir que comenzó
A invadirme el terror
Después de todo,
No soy tan indiferente

Un cementerio dónde
Los muertos permanecen vivos
Pero la carne continúa pudriéndose
Y pronto seré uno de ellos.

Ha llegado mi momento
No puedo volver atrás
Sólo queda el consuelo
Que alguien me pueda extrañar...

No hay comentarios: